Dios no se cansa de cuidarte
Haz una pausa antes de dormir y repite este pensamiento en tu corazón: “Dios no se duerme… Él me cuida mientras yo descanso.”
Cuando todo se detiene, las luces se apagan y el mundo parece entrar en pausa, Dios sigue despierto. Él no duerme, no descansa, no se distrae. Sus ojos están sobre ti incluso cuando tú cierras los tuyos.
A veces creemos que necesitamos estar atentos, fuertes o conscientes todo el tiempo para que las cosas estén bajo control. Pero esta noche, Dios te recuerda: “Mientras tú descansas, Yo velo por ti.”
El mismo que creó las estrellas y las sostiene en su lugar, es el que te cuida sin descanso. Así que puedes soltar el peso del día, entregar tus preocupaciones, y dormir sabiendo que estás bajo el cuidado constante del Padre.
Oración
Señor, gracias por tu fidelidad incansable. Gracias porque mientras yo me detengo, Tú sigues obrando. Esta noche entrego todo lo que no pude resolver, todo lo que me inquieta, todo lo que me pesa. Descanso en tu vigilancia, en tu amor que nunca duerme. Protégeme esta noche y renueva mis fuerzas. Amén.
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