Refugio en el silencio
Que el Señor derrame sobre tu hogar una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Que tu descanso sea profundo, y tu confianza en Dios, inquebrantable.
Que cada ser querido bajo tu techo sienta el consuelo de Aquel que guarda sus noches.
Después de un día lleno de ruido, actividad y decisiones, Dios te invita a algo simple, pero profundo: silencio y confianza. En una cultura que valora el “hacer”, Dios valora el ser, el detenerse… el confiar.
Esta noche, tal vez no necesitas más explicaciones ni soluciones. Tal vez solo necesitas ser envuelto por Su paz. La fortaleza no siempre se ve como un grito de victoria. A veces, se manifiesta en un alma que, aun sin respuestas, dice: “Señor, confío en Ti.”
En ese silencio entregado, Dios renueva tus fuerzas. Esta noche, no te esfuerces por entenderlo todo. Solo quédate quieto… y confía.
Oración
Padre, gracias por este día. Gracias por tu presencia constante, incluso cuando mi mente estuvo agitada. Esta noche vengo ante Ti en silencio, reconociendo que no necesito tener el control. Solo necesito confiar. Haz de tu paz mi refugio, y de tu presencia, mi descanso. Amén.
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