Tu descanso está en Él

 


Que el descanso de Dios visite tu mente y corazón esta noche. Que cada respiración sea un acto de entrega, y cada sueño un reflejo de Su cuidado. Que quienes viven contigo también sean cubiertos por Su amor, y que el amanecer los encuentre renovados por Su fidelidad.


“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
— Mateo 11:28


¿Sientes que el día fue pesado? ¿Tu cuerpo está cansado, pero tu alma también? Jesús te entiende… y te llama. Su invitación es clara y tierna: “Ven a mí. Yo te haré descansar.”

No se trata solo de dormir, sino de descansar el corazón, soltar lo que oprime, calmar la mente y dejar de luchar solo. Él no te pide que llegues perfecto, sino que llegues tal como estás: con tus cargas, tus pensamientos y tu cansancio.

Esta noche, permite que Su presencia te abrace. Deja que tu habitación se llene de esa paz suave que solo Él sabe dar. Descansa… no porque todo esté resuelto, sino porque Él tiene el control.


Oración

Señor Jesús, aquí estoy, al final de este día. Vengo cansado, pero dispuesto a rendirme en tus brazos. Toma mi ansiedad, mi agotamiento, mis dudas y mis pensamientos. Hazme descansar en ti. Dame calma, silencio interior, y lléname de tu paz. Gracias por ser mi lugar seguro. Amén.




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